Maider

CRÓNICA DE UN COMIENZO (por MAIDER SANTESTEBAN):

Hola, buenas!!

Bueno, voy a contar mi primera experiencia con el piragüismo.

Todo empezó cuando recibí una llamada de Miren (animadora sociocultural de la ONCE) y me comenta si estaría interesada en la piragua, que estaba una chica, Amaia, interesada en realizar una travesía (Getaria-Donosti) en agosto.

Miren pensó en mí y me llamó porque sabía que me gustaba mucho el deporte y yo, por supuesto, encantada de que se acordara de mí.

Después de decirle a Miren que sí, que estaba animada, quedamos en reunirnos las tres para hablar un poco del proyecto.

Bueno, pues quedamos una tarde y Miren me presentó a Amaia, mientras tomábamos algo y ahí empezamos a hablar un poco.

Amaia vino ya preparada con su guión sobre temas a tratar, como disponibilidad para entrenar, problemas que pudiera tener de visión como para andar en piragua, material de piragua, clubs de piragua, etc.

Bueno, pues de esta reunión a muy poco tiempo ya empezamos a entrenar gracias al trabajo y empeño de Amaia por conseguir instalaciones, material, etc. Pues con la suerte de poder utilizar las instalaciones del Club Fortuna, aprovechando que Amaia es socia del club, empiezan nuestros entrenamientos de piragua.

Hay que decir que en la vida había tenido contacto con la piragua. También hay que decir que me ha tocado una profesora-compañera ideal, bajo mi punto de vista, me gusta mucho como enseña, creo que estoy aprendiendo mucho con ella y sobre todo creo que nos hemos compenetrado muy bien.

Bueno, pues ya llegó el día de empezar a entrenar, la verdad que el primer entrenamiento fue una experiencia increíble, nos pasó de todo, pero disfruté una barbaridad. Lo primero, nos cambiamos, estiramos y mientras hacíamos esto Amaia me iba iniciando un poco en este mundo del piragüismo, me refiero un poco a que iba comentándome cosas básicas o de seguridad, etc. También estuvo explicándome la técnica de remar, el remo con sus cualidades, diferentes tipos de piragua que hay, etc. Una vez ya explicado y practicado la técnica de remo en seco, nos decidimos a coger y salir con una misma piragua doble del club. Decidimos que yo iría delante, en esta piragua que sacamos llevaba la dirección de la piragua la de atrás y eso.

Bueno, pues una de las cosas complicadillas que hay es la entrada al agua según esté el mar y que, casualidad, ese día precisamente no es que estuviese bien. A por todas que fuimos y ahí es cuando empezó mi verdadera experiencia con la piragua. La verdad que la serie de olas era bastante continua y las dos primeras olas sí que las pasamos, pero luego volcamos. Pasé un poco de apurillo, pero bueno, Amaia en seguida me preguntó si estaba bien, yo también a ella y decidimos volver a entrar, pero, esta vez, de un poco más hacia delante, que rompían menos olas, y esta vez sí que salió bien, así que nos pusimos en marcha hacia el Náutico, de ahí al Aquarium, después hacia la isla y de ahí hacia Ondarreta y de ahí vuelta a La Kontxa.

La verdad que la experiencia de la piragua en el primer entrenamiento ha sido increíble, hombre quitando la primera entrada al agua que ha sido un momentillo de apuro, pero aún y todo yo pienso que mejor, para ir cogiendo confianza más que nada. La verdad que Amaia ha estado muy bien, corrigiéndome fallos, explicándome técnicas con el remo, etc.

A partir de aquí hemos hecho diez entrenamientos más, los cuales han sido diferentes. Hemos remado juntas, bien yo delante, bien yo detrás también para que comprobara las diferentes sensaciones. Otras veces también, cuando el mar estaba plato, Amaia me animó también a que cogiéramos una piragua cada una y poder probar también esa sensación.

Sí que es verdad que la primera vez que cogí yo sola la piragua me costó bastante dirigirla en la dirección que yo quería, pero bueno, también es verdad que tuvimos otro entrenamiento en el cual trabajamos la habilidad con la piragua, yendo una en cada una y la verdad que esta vez sí que disfruté mucho, se ve que ya iba cogiuendo el truco y la verdad que muy contenta y salí muy satisfecha de esta sesión.

Otro entrenamiento también, creo que recordar que era el 5º ó 6º, Amaia me presentó a su entrenador, el que le inició a ella en la piragua, Antxon, y así, hablando con él en el Fortuna, nos dijo que si quería aprender en piragua, que cogiéramos su piragua y que viéramos la diferencia de una a otra. La verdad que fue un entrenamiento que no tenía nada que ver a los realizados hasta el momento. Las piraguas que habíamos utilizado hasta ahora eran de plástico y la verdad que sí que son bastante pesadas. Ésta otra que nos prestó Antxon era de fibra de carbono, mucho más estrecha y ligera, tenía timón, vamos nada que ver. Iba como una flecha pero también muy inestable. En esta piragua Amaia montó delante, ya que los pedales del timón van delante, yo iba atrás y de lo único importante que tenía que preocuparme era de recoger y soltar el timón en la entrada y salida del agua. Fue un entrenamiento bastante tenso porque tuvimos muchas ocasiones de haber volcado porque era muy inestable la piragua, aunque no lo hicimos.

Luego, otro entrenamiento, Amaia sabía de otra piragua doble de un tal Alberto, y se puso en contacto con él para ver si podíamos quedar algún día para verla y poder probarla. La verdad que en seguida quedamos con Alberto en el Fortuna para que nos enseñara la piragua y nos dejó probarla y encima se animó a salir con nosotras. Tanto la sensación de Amaia como la mía fueron estupendas, nada que ver con la de Antxon. La de Antxon era más rápida pero en tema de estabilidad nada que ver. Ya que salimos acompañadas de Alberto, aprovechamos para salir a mar abierto. Claro que para mí era algo novedoso, hasta entonces no había salido nunca a mar abierto y la verdad que increíble, me lo pasé como una enana, más que nada porque iba muy segura, confiada porque la piragua tiene una estabilidad muy buena. Aunque tuvimos que dar la vuelta hacia la bahía porque el mar no estaba tan bien como creíamos. Luego estuvimos un poco dentro de la bahía, fuimos hacia Ondarreta y hasta pillamos unas txampitas, y fue otra experiencia muy bonita esa de pillar txanpitas.
Esta piragua también la cogimos en el siguiente entrenamiento y Amaia y yo volvimos a salir con esa sensación tan buena, se ve que Amaia también le tenía pillado ya lo del timón y se avanza mucho así, sin tener que parar de remar para cambiar de dirección o sentido, así que volvimos a salir con una sensación muy buena del entrenamiento.

Y así han ido los entrenamientos, todos los días aprendiendo algo y encima con una sensación muy buena y encantada con la piragua. Lo malo que yo, aparte de la piragua, juego a otro deporte, goal-ball (deporte adaptado para ciegos) y tal es mi mala suerte que me lesioné en un entrenamiento. Me hice un esguince en el ligamento acromio-clavicular y hemos tenido que estar un mes paradas, pero bueno, ya me han dado el alta después de 3 semanas de reposo y 6 sesiones de fisioterapia, así que estoy con unas ganas tremendas de poder volver a reanudar los entrenamientos.





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